El primer reimplante de dedo pulgar en el hospital Frank País

El dedo pulgar de la mano de un joven de 34 años fue reimplantado a inicios de esta semana en el Complejo Científico Ortopédico Frank País, luego de que el paciente acudiera a ese hospital con el dedo en un pomo y la mano ensangrentada.

Livan Peña Marrero, doctor en Ciencias Médicas, vicedirector primero del Frank País y experto en microcirugía de mano, en exclusiva para el periódico Juventud Rebelde, aseguró que en este momento el paciente, llamado Ahmed Campuzano Villacampa se encuentra con muy buen estado general.

El doctor Livan, quien tuvo a su cargo la coordinación de la operación, contó que alrededor de las 2:00 p.m., de este lunes 4 de noviembre, el doctor Roberto González Martín, director del Frank País, le pidió por teléfono que se presentara en la dirección del hospital.

“Ahí estaba el muchacho con el dedo en un pomo, pidiéndonos ayuda. No lo pensamos dos veces. En menos de una hora armamos el equipo para hacer la cirugía y con el apoyo del director movilizamos a enfermeros, anestesistas y personal administrativo.

“Llamamos al doctor Raúl Hernández Gutiérrez, jefe de servicio del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, cirujano de mano y microcirujano excelente, quien vino de inmediato a hacer juntos esta operación en la que participaron, además de nosotros, los doctores Mario Bernal González y Paumier Felipe Ibarra (ambos del Frank País).

“El hospital no tiene cuerpo de guardia por lo que no llegan estos casos. El paciente vino por voluntad propia. Afortunadamente ninguno de los cirujanos que participamos estaba operando en ese momento y nos atrevimos a hacerlo. La cirugía duró seis horas. Terminamos a las 11:30 p.m., agotados pero felices”.

Relató el doctor Livan que el joven, de oficio carpintero, sufrió la amputación del dedo mientras trabajaba con la sierra. “Es una lesión muy grave. Para restablecerla se requiere de un equipo multidisciplinario con tres o más cirujanos de mano y experiencia en microcirugía. Se necesita un salón de operaciones con condiciones y anestesistas preparados para hacer operaciones de larga anestesia que demoran entre seis y ocho horas como promedio.

“Estamos lógicamente muy contentos con el resultado. A principios de la década de los 90 se hizo un reimplante de mano en el Frank País, en el que participaron los doctores Nelson Cabrera (de este hospital), y Alfredo Navarro (del Ameijeiras). La cirugía tuvo éxito pero nunca más se hizo. De implante de dedo es la primera que se hace, aunque hay antecedentes de cirujanos que en ocasiones lo han hecho en otros hospitales.

“Este tipo de cirugía se ha deprimido mucho en el país porque requiere de un equipo entrenado para hacerla. La de Ahmed comenzó a las 3:30 p.m. Nos dividimos en dos grupos: uno preparaba el dedo y el otro la mano. Hay que identificar todas las arterias, venas, nervios, tendones y huesos de cada parte y hacerlos coincidir.

“Con un microscopio que tenemos gracias al Ministerio de Salud Pública (Minsap) logramos hacer la sutura de todas esas estructuras y restablecer el flujo sanguíneo del dedo.

Fue fundamental la participación de los anestesistas (David Cuesta Peraza e Idaer Batista Batista) quienes fueron regulando la presión arterial en dependencia de las necesidades que iban apareciendo durante el acto quirúrgico. También de los enfermeros (Leonel Cruz, Neida Almeida, Teresa Lugo y Damarys Perera) y los auxiliares (Hildelisa Flores, Cuyale Acosta y Lázaro Cruz).

“El éxito fundamental en cirugía de implante es el trabajo en equipo. Los dos reimplantes que se han hecho aquí, mano y dedo, han sido de conjunto con el hospital Hermanos Ameijeiras. La relación entre los dos centros es excelente. No solo en cirugía de mano, también en prótesis, columna y otras afecciones del cuerpo.

“Se trabajó con integración. Al concluir constatamos la existencia de una buena circulación sanguínea en el dedo que tiene también un adecuado color y temperatura. La atención posoperatoria es igualmente muy importante. El doctor Ricardo Martínez y su equipo de Cuidados Especiales velan día y noche la recuperación del paciente”.

Explicó Livan que el reimplante de dedo tiene que hacerse preferiblemente antes de las seis horas de haber sido amputado. “No se debe poner directamente en hielo sino en unos paños limpios. Luego, se echa en una bolsa plástica sellada y se introduce en un recipiente que tenga agua con hielo. En esas condiciones puede permanecer hasta 12 horas”, aclaró.

En este momento, subrayó el doctor Livan, el hospital Frank País crea las condiciones para seguir realizando este tipo de cirugías en colaboración con el Ameijeiras y otros centros que se irán sumando al proyecto. “Ese es nuestro deseo e intención. Tenemos la meta inmediata de preparar a jóvenes en microcirugía y continuar con los entrenamientos que hacemos en ambos hospitales. Vamos a crear un grupo multidisciplinario y ponerlo en función de los pacientes cubanos”, concluyó el prestigioso doctor.

Livan Peña Marrero tiene más de dos décadas de experiencia en microcirugías. Durante esos años ha intervenido quirúrgicamente dedos parcialmente amputados, y suturado arterias, nervios, venas para poder recuperarlos. Ha realizado injertos de nervios, pulgarizaciones. En 1998 participó en el reimplante de una mano.

El doctor Raúl Hernández cuenta con una vasta experiencia específicamente en injertos vascularizados de músculo y piel, transferencias nerviosas, lesiones del plexo. Participó en reimplantes con anterioridad. También el doctor Mario Bernal sobresale por su experiencia en la especialidad, destacándose en intervenciones de nervios periféricos y plexo braqueal.

Fuente: Juventud Rebelde