Bolivia: Dos meses sin Evo y sin médicos cubanos

Un día cualquiera en Bolivia. Uno de los últimos 60 que han transcurrido. En Santa Cruz, al oriente del país, el centro oftalmológico está cerrado. Cerca de la frontera con Brasil, en el municipio de Guayaramerín, no hay sala de terapia intensiva: fue cerrada. En el Hospital de Montero, ubicado en la mayor capital provincial del país, hay doce especialistas menos.

Allá en las estribaciones de los Andes, en Vallegrande, hace dos meses que tampoco hay sala de terapia intensiva, lo cual no significa que no haya enfermos graves. En Yacuiba, al sur, los enfermos corren la misma suerte.

Al menos doce consultorios permanecen sin médicos en Quillacollo, Cochabamba, mientras en Villa Montes hay plazas de médicos vacías que aún no tienen relevo.

En El Alto, La Paz— la segunda ciudad más poblada de Bolivia— sus pobladores tienen 23 especialidades médicas menos a su disposición, que no han tenido, ni parecen tener, cobertura inmediata.

Apenas un escueto recorrido de cómo amanece Bolivia, a poco más de 60 días de que la brigada médica cubana fuese retirada de este país, ante la instigación a la violencia que se perpetrara contra nuestros colaboradores de la salud.

“No son datos fríos”, insiste la doctora Yoandra Muro Valle, jefa de la Brigada Médica Cubana en esa nación andina quien recorre con rigurosidad cada estadística.

Lo primero, insiste, es entender que se trata de especialidades que en su mayoría solo eran nuestras. Nuestros cooperantes laboraban allí en 34 hospitales, 119 centros integrales comunitarios y cinco centros oftalmológicos, dijo.

Todos estaban en zonas alejadas, ninguno en las cabeceras. Los hospitales eran de segundo nivel y especialistas como cirujanos, anestesiólogos, traumatólogos, neonatólogos… eran únicos. Esos centros  quedan ahora con un nivel de actividad básico, donde no será posible realizar ni tan siquiera una cesárea, refirió la doctora.

Una pequeña cuenta matemática deja entrever mucho desasosiego. Ese que hoy está instalado en miles de familias bolivianas que carecen del más elemental derecho humano: la salud.

De acuerdo con la doctora Muro Valle, en un año, el promedio de atenciones médicas de la brigada cubana superaba los 2.4 millones, en áreas tan sensibles como la pediatría, la ginecoobstetricia, la medicina interna, la oftalmología, la traumatología, entre otras.

Tras dos meses de ausencia de los galenos, más de 454 440 atenciones médicas se han dejado de ofrecer. Las cifras preocupan en áreas de impacto en la población, pues ese número se traduce, por solo citar algunos ejemplos, en casi 1000 partos que no han recibido asistencia especializada, más de 5000 intervenciones quirúrgicas que no se han realizado, y una cifra superior a las 2700 cirugías oftalmológicas.

“Hay muchos servicios cerrados desde nuestra salida”

El doctor Juan José Pulido López es especialista en Medicina General Integral y Máster en Urgencias Médicas. Estuvo en Bolivia desde el 4 de febrero de 2018 al 28 de noviembre de 2019, y antes había estado en Venezuela y Ecuador.

Recuerda muy bien cada día en esa tierra suramericana: “A mi llegada a Bolivia me ubicaron en el Departamento Beni en la localidad de Riberalta, donde inicialmente laboré en el Consultorio Rene Salazar.

Allí di consulta integral a los más necesitados, recién nacidos y lactantes, niños, adolescentes, embarazadas, ancianos logrando impacto en el control de los principales factores de riesgos y control de las enfermedades crónicas y transmisibles, dijo.

“Se desarrollaban acciones de prevención y promoción de salud de forma diaria y se brindaba consulta en las mañanas y terrenos en las tardes. En esta intrincada zona de la Amazonía de Bolivia cada fin de semana nos trasladábamos a las aldeas indígenas, que quedaban a más de cinco horas en carros y llevábamos especialidades que solo existían en la capital del departamento como la neurología y dermatología”, rememora.

Según el galeno, en Riberalta existía un hospital de segundo nivel que atendía población de Brasil y del departamento Pando. Este centro de salud contaba con servicios de Neurocirugía por primera vez en la historia, logrando salvar centenares de pacientes de varios grupos de edades; y además se brindaban servicios exclusivos por los cubanos de dermatología, otorrino, terapia intensiva...

“En esta zona, además, contábamos con un centro oftalmológico que atendía un promedio de más 50 pacientes bolivianos y brasileños del estado de Rondonia y realizaba un promedio diario de 18 cirugías entre cataratas y pterigiun, totalmente gratuitas para estos pacientes”, comentó.

“Conozco que estos servicios se encuentran paralizados y para poder verse con un neurocirujano, un otorrino o un dermatólogo, las personas tienen que viajar a más de nueve horas hacia la ciudad de Trinidad”.

Para entender lo que eso significa, se apresura a explicar el doctor Pulido López, hay que saber que estas vías de acceso terrestres son muy difíciles porque la mayoría de la carretera es un terraplén en muy mal estado. “Se construía por el gobierno de Evo la nueva carretera que hasta hace unas semanas se encontraba paralizada; el traslado por avión es costoso y no tienen posibilidades de pago los más necesitados”, dijo.